LA CARRETA
Caminaba con mi padre cuando nos detuvimos en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó: - Además del cantar de los pájaros, ¿Escuchas algo más? Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: - Estoy escuchando el ruido de una carreta. Eso es -dijo mi padre-. Es una carreta vacía. Pregunté a mi padre: - ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, si aún no la vemos? Entonces mi padre respondió: - Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía está la carreta, mayor es el ruido que hace.”