Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2024

LAS TRES PIPAS

Imagen
Cuenta la leyenda, que un miembro de una tribu india, ‘Pies de plomo’, se enojó mucho con un compañero, y decidió acudir a la tienda del Jefe de la tribu para explicarle lo que sucedía. Estaba tan enfadado con su compañero, que pensaba matarle. – Oh, Jefe de la Tribu, estoy tan enfadado con Águila Parda, que ahora mismo voy a buscarle para matarle. – Espera- contestó el Jefe de la tribu- Entiendo tu enfado y comprendo que quieras vengarte con rapidez. Pero antes, te pido que tomes esta pipa, vayas junto al árbol sagrado y fumes un rato. Luego regresa y vuelve a explicarme lo que deseas hacer. Así que ‘Pies de plomo’ tomó la pipa, se fue hasta el árbol anciano e hizo lo que le había pedido el Jefe de la tribu. Una vez que terminó, regresó, eso sí, mucho más tranquilo. De hecho, según volvía a la tienda del Jefe, se dio cuenta de que en realidad, matar al joven indio que le había ofendido, tal vez era demasiado… – Oh, gran Jefe- dijo el indio- Gracias por la pipa. He pensado y ahora creo...

FRUTA SOÑADA

Imagen
  Había una vez un pequeño poblado metido dentro de la selva. En un claro del bosque se encontraban diseminadas las casitas y las chozas de los habitantes de aquel pequeño grupo humano primitivo, que vivía de lo que el bosque daba de sí mismo. Para abastecerse de agua, las mujeres tenían que bajar cada día por el sendero que conducía hasta el vallecito. En la parte baja de ese valle había unas grandes piedras desgastadas por la erosión, donde se acumulaba el agua que muy lentamente se filtraba por entre las grietas de las rocas, viniendo de vaya a saber qué capa profunda de la montaña. No había una fuente de la que saltara un chorro de agua. No. Ésta se acumulaba lentamente durante la noche y llenaba esa especie de olladas que había en las piedras del fondo del valle. Por la madrugada, las mujeres venían con sus cántaros, o sus calabazas, para recoger la que necesitaban. Una mañana sucedió que una de las muchachas de la tribu se adelantó a todas las demás. Apenas se estaba colorean...

VERDAD PLENA

Imagen
  El hombre paseaba por las pequeñas callejas de la ciudad provinciana. Tenía tiempo y por eso se detenía algunos instantes delante de cada escaparate, delante de cada tienda y en cada plaza. Al torcer una esquina se encontró de pronto frente a un modesto local cuya marquesina estaba en blanco. Intrigado, se acercó a la vidriera y arrimó la cara al cristal para poder mirar dentro del oscuro escaparate... En el interior solamente se veía un atril que sostenía un cartelito escrito a mano que anunciaba: «Tienda de la verdad» El hombre estaba sorprendido. Pensó que era un nombre de fantasía pero no pudo imaginar qué vendían. Entró. Se acercó a la señorita que estaba en el primer mostrador y preguntó:  "Perdón, ¿esta es la tienda de la verdad?". -Sí. señor. ¿Qué tipo de verdad está buscando? ¿Verdad parcial, verdad relativa, verdad estadística. verdad completa? Así que allí vendían verdad. Nunca se había imaginado que aquello era posible. Llegar a un lugar y llevarse la verdad era...

EL BUEY Y LA MULA DEL BELÉN

Imagen
Mientras José y María iban de viaje hacia Belén, un ángel reunió a todos los animales. Quería elegir a los que mejor pudieran ayudar a la Sagrada Familia en el establo.  Naturalmente, el  león  fue el primero de todos en presentarse: - Solo un rey es digno de servir al Rey del mundo. Yo me colocaré en la entrada y destrozaré a todos los que intenten acercarse al Niño. - Eres demasiado violento- contestó el ángel. De repente, poco después, se acercó el zorro; con aire inocente, insinuó: -  Yo  soy  el  animal  que se necesita.  Todas  las mañanas  robaré  para el hijo  de  Dios las  mejores  mieles  y  la leche más perfumada. Además, llevaré todos los días un buen pollo a María y José. - Eres demasiado poco honesto- dijo el ángel. En esto llegó, esplendoroso y empavonado, el pavo real. Desplegó su magnífica cola del color del arco iris y proclamó: - Yo transformaré ese pobre establo en una estancia ...

EL ELEFANTITO

Imagen
  Había en la India un hombre muy sabio. Un día, vio llegar a un grupo de viajeros. Al ver que estaban hambrientos, les dijo: - No hay duda de que tenéis la intención de cazar para alimentaros. Pero ¡cuidado, noble gente! iNo cacéis la cría del elefante! Es ciertamente fácil de coger y su carne es abundante. Pero no olvidéis a su madre que lo vigila, pues sus gritos y lamentos se oirán desde lejos. iConservad este consejo como una joya si queréis evitar catástrofes! Cuidad la vida que nace y la naturaleza os respetará a vosotros. Y, con estas palabras, se marchó. Los viajeros, cansados por su largo camino, no tardaron en encontrar un elefantito muy gordo y, olvidando los consejos que se les habían dado, se lanzaron sobre él como lobos. Sólo uno de ellos decidió obedecer el consejo del sabio, respetar la vida que crece y no tocar la carne del elefantito. Los demás, hartos de carne, no tardaron en dormirse. De pronto, un elefante encolerizado se precipitó sobre ellos. Se dirigió pri...