LA OLLA
Cuenta una antigua leyenda que, en una de las regiones más hermosas del mundo, existió hace cientos de años un pueblo que poseía una olla de metal con poderes extraordinarios. Cualquier cosa que se depositara en su interior se multiplicaba sin fin. Si se ponía comida, la comida nunca se acababa por más que se sacara de su interior. Si ponían monedas de oro, nunca se terminaban por más que sacaran de su interior. Cuentan que en un momento de peligro, la olla de metal fue enterrada por aquel pueblo en un lugar desconocido, para que no cayera en manos de su enemigo que estaba a punto de arrasar su pueblo. Por desgracia fueron vencidos y arrasados, y de la olla nunca más se supo. Desde entonces la leyenda no ha dejado de contar los poderes tan asombrosos que tenía aquella prodigiosa olla. Cientos de años después, una niña, haciendo un hoyo en la tierra de su jardín, la encontró por casualidad. Sorprendentemente estaba como nueva, su metal relucía tanto que el cielo podía verse reflejad