SAN MAXIMILIANO KOLBE
Llegan
a Cracovia terribles noticias acerca de
lo que sucede en el campo de concentración de Oswiecim llamado
«Auschwitz» por los alemanes. Ha sido en las Navidades de 1941 cuando las
familias polacas van conociendo la historia increíble de cómo murió el padre
Kolbe...
Vino
Convertido
en una piltrafa, Kolbe fue colocado unas semanas en el bloque 12, de los
inválidos, para «reponerse». Luego pasó al bloque 14. Pertenecía al 14 el día
en que un prisionero se fugó. El comandante del campo sometió al bloque a
torturas, hasta que por fin decidió elegir diez presos que irían a morir en las
celdas de hambre. Formados en el centro del campo, a la vista de todos los
compañeros de otros bloques, el comandante ordenó a los diez elegidos:
-
Descalzaos, vais a la celda del hambre.
Los
desgraciados gritaron adiós... Y se oyó el lamento desesperado de Francisco
Gajowniczek:
-
Decidles adiós a mi mujer, a mis hijos, decidles adiós.
Hubo
un instante de terror cuando los presos vieron que de la formación del bloque
14 uno se atrevía a salir hacia el comandante. Los guardias echaron mano a
-
Señor comandante, yo le pido permiso para ocupar el puesto de uno de los
condenados.
-
¿Morir tú en su lugar? ¿Por qué?
-
Yo estoy viejo y enfermo, ya no sirvo para trabajar.
-
¿A cuál de los condenados quieres sustituir?
-
A ese que tiene mujer y tiene hijos.
-
Pero ¿tú quién eres?
-
Soy un sacerdote católico. Un cura.
Kolbe
sabe que las SS ponen a los curas en el segundo lugar de la basura humana.
Primero los judíos, segundo los curas. El comandante cederá.
-
Acepto, tú ocuparás su lugar.
Duró
quince días la lenta agonía, el martirio por hambre. A los diez condenados los
encerraron desnudos en el sótano, en el famoso bunker, todos juntos en la celda
del hambre. Ni una chispa de pan, ni una gota de agua. Al segundo, al tercer
día, comenzaron a morir. Pero aquella vez los sótanos de Auschwitz, entre
lamento y lamento, escucharon plegarias y cantos a
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