LA PECERA
Un niño de 8 años entró en su clase para hacer el examen global de matemáticas. Estaba realmente nervioso por su prueba, no podía tranquilizarse. Su angustia creció tanto que no pudo controlarse y se orinó en los pantalones. Por mucho que intentó disimular, se enrojeció como un tomate; miró hacia abajo y vio como gotas caían suavemente al piso. Para su sorpresa cuando levanta la vista, ve que su profesora le llama para que acuda a su mesa. No sabe qué hacer. ¿Cómo podría moverse sin dejar al descubierto su situación? La profesora al notar que el niño está como paralizado y no viene a su mesa, se levanta y se dirige hacia el pupitre del niño. ¡¡Oh, no!!, piensa él. ¿Qué voy a hacer ahora? Al acercarse un poco más y darse cuenta de la situación la profesora pensaba: “¿Qué debo hacer ahora? Se avergonzará y los compañeros se reirán de él. En ese momento, una niña compañera de clase, va hacia él con una pecera y al pasar junto a él tropieza y se le cae todo el agua de la pec
Un libro es como una alfombra mágica, puede llevarte donde tú quieras.
ResponderEliminarTambién es una varita mágica, porque puede convertirte en quien tú desees.
Pero si todavía no te lo crees y sigues sin leer, ¡hazlo por ellos!
Si no lees, desaparecerán. ¡Cuánta razón!