LOS CONDUCTORES
Tres conductores emprendieron
un día un largo viaje por una carretera que en nada se parecía a una autopista.
El primero, al encontrar
ante sí un camión, se apresuró a adelantarlo decidido y cuando había iniciado
la maniobra, descubrió que más adelante había otro y que en la lejanía se veían
otros más. Entonces, imprudente él, se situó totalmente a la izquierda y
aceleró con vigor, dispuesto a adelantarlos a todos a un tiempo. El final de
este proceder fue un fatal choque frontal con un vehículo que venía en
dirección contraria.
El segundo conductor, al
iniciar el adelantamiento del primer camión, y entrever que otros le precedían,
pensó: ¿Para qué adelanto, si después estaré detrás de otro camión? ¡No vale la
pena molestarse! Y marchó perezosamente tras aquel lento vehículo. Cuando llegó
al final del viaje los establecimientos de la ciudad estaban ya cerrados y no
pudo realizar a tiempo la importante gestión que le habían encomendado, con lo
que el viaje resultó inútil.
El tercero reflexionó:
la hora es de mucho tránsito de vehículos pesados, tendré que armarme de
paciencia e ir adelantando de uno en uno todos los camiones que encuentre sin
alterarme ni desanimarme, pero debo llegar a tiempo y sin que me tengan que
recoger en una ambulancia...
Comentarios
Publicar un comentario