EL POZO



Una  antigua  leyenda,  decía  que  en  medio  del  desierto  había  un  pozo  de  agua  que 
quitaba la sed para siempre.  Todo el que bebiera de aquella agua, nunca más volvería a 
tener sed.  Pocos creían que esto fuera verdad. 
Pero  un  día,  una  persona  encontró  un  antiguo  mapa  en  el  que  se  indicaba  el  lugar 
exacto  del  pozo.    Guardó  el  mapa  para  que  nadie  lo  encontrara  y  fue  corriendo  a 
buscarlo.  Nunca más se volvió a saber de él. 
Pasaron  los  años,  y  nuevamente,  otra  persona  volvió  a  encontrar  aquel  mapa.    Sin 
decírselo a nadie, lo guardó en lugar seguro, y se fue al desierto para quedarse él sólo 
con el pozo.  Y nunca más se volvió a saber de él. 
Muchos  años  más  tarde,  otra  persona  encontró por casualidad el mapa, y otra vez se 
volvió  a repetir la misma historia.  Después de muchos siglos ocurriendo lo mismo, el 
mapa cayó en manos de un hombre que no se lo guardó, sino que lo dio a conocer a 
todos.    Pero  fueron  pocos  los  que  le  creyeron.    La  mayoría  le  decía  que  aquello  no existía. 
Sólo un pequeño grupo de personas intentó buscar con él aquel pozo.  El viaje fue difícil. 
El calor del desierto era muy fuerte.  Gracias a que iban en grupo pudieron sobrevivir 
Unos a otros se iban ayudando y compartiendo la poca agua que les quedaba. 
Después de varios días andando por el desierto, encontraron el pozo.  Pero vieron algo 
que  les  dejó  sin  habla.    Alrededor  de  él,  había  cientos  de  esqueletos  humanos.    
Se acercaron al pozo y miraron dentro.  Allí abajo se veía el agua, pero no había nada con 
qué poder sacarla.  Por eso habían muerto de sed aquellos hombres.  Habían ido solos 
buscando esa agua y ellos solos no pudieron sacarla. 
Ahora  el  grupo  se  puso  a  pensar  cómo  llegar  hasta  ella.  No tenían cuerdas ni cubos.  
Pero con la ropa que tenían, improvisaron una larga cuerda. Ataron en el extremo una 
cantimplora y la dejaron caer en el pozo. 
Gracias  a  esto,  pudieron  beber de aquella agua, y para asombro de todos, nunca más 
volvieron a tener sed.  Gracias a que iban en grupo, pudieron conseguir lo que estaban 
buscando: el agua que quita la sed. 

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